Como todos los años al comienzo del verano la Consejería de Medio Ambiente, oídos los Consejos Provinciales y Territorial de Caza, ha fijado el calendario que desarrolla la Orden General de Vedas sin apenas novedades sobre las propuestas provinciales.
La media veda en Ávila, salvo circunstancias excepcionales derivadas de algún tipo de catástrofe, se abriría el 15 de agosto con un máximo de 20 jornadas y con martes, jueves, sábados y festivos como días hábiles. Para la tórtola común la apertura se retrasa al 23 de agosto. Los cupos quedan fijados en 35 codornices por cazador y día y 8 tórtolas.
Para la caza menor en general se establece un periodo que va desde el cuarto domingo de octubre, es decir, el 26 en esta temporada, hasta el 31 de enero, si bien y dentro de este límite, los cotos podrán reducir sus fechas en función de la evolución de la caza. Como días hábiles se establecen los jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional o autonómico. Según este calendario la cabra montés se puede cazar desde el 1 de septiembre hasta el 15 de noviembre. El corzo iría del 1 de abril al 5 de agosto para los machos y del 1 de septiembre al 15 de octubre para ambos sexos. El jabalí iría del 21 de septiembre al 15 de febrero. Para la becada se establece un cupo de tres por cazador y día.
Previsiones para la codorniz
Siempre que está próximo el comienzo de la media veda los aficionados se preguntan por la cantidad de codornices, siempre previsible, habida cuenta de que es un ave de paso y las circunstancias climatológicas o de cosechas influyen de forma importante. Si nos atenemos a la entrada de reproductores en primavera, estaríamos ante un año normal, incluso bueno. La cosecha del cereal en el secano, que se está realizando por estas fechas, está siendo desastrosa, una de las peores de los últimos años.
Curiosamente y en opinión de los expertos, lo que para los agricultores resulta muy negativo para la codorniz puede tener un aspecto positivo. Como apenas hay paja, muchas fincas quedarán sin empacar, ya que no merece la pena hacerlo. En estos casos la pequeña gallinácea encontrará cobijo en los escasos maraños que queden. Otras fincas ni siquiera se cosecharán, pues el grano no servirá ni para pagar la máquina cosechadora. Esto también permitirá refugio y alimento tanto para la codorniz como para otras especies como la perdiz y también las avutardas.
Si los campos quedan sin paja en estos años tan secos, las aves se mueven hacia zonas mas frescas bien de regadío o bien de media montaña, donde tienen abundantes insectos como saltamontes y grillos, además de los granos de centeno o cardo, para sacar adelante sus polladas. El que una temporada de codorniz sea buena o mala no depende tanto de los reproductores que entren como de las polladas que consigan y que éstas puedan salir adelante, pues se trata de un ave muy prolífica.
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